
Los supuestos ofendidos, tildados de cobardía por haber intentando eludir ser reclutados para la milicia, ni siquiera se querellaron, pero el fiel del juzgado no podía permitir el menosprecio a la justicia de los que habían continuado con la representación a pesar de la prohibición de los alcaldes...
La defensa trató de disculparles arguyendo que todo había sido "más negocio de risa y entremés que no de injuria" ...
Este menosprecio a la justicia era castigado con penas de 1 o 2 años de destierro y con multas que iban de los 200 a los 1.500 maravedís... Leer más
Fernando Martínez Gil, Alfredo Rodríguez González. La fiesta en el mundo rural (Siglos XVII-XVIII). Universidad Castilla-La Mancha. Año 2.004.
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