El infame asesino Perfecto Sánchez hace unos días destacó cuatro o seis ladrones, de los que le acompañan, al pueblo de Yébenes. Estos cobardes se contentaron con disparar unos cuantos tiros y correr hacia el monte como gamos. La columna móvil que había en dicho pueblo salió inmediatamente en su persecución en unión de varios milicianos urbanos y paisanos armados que lograron alcanzarlos. Sabido que fue en Yébenes que se estaban batiendo, el alcalde de dicho pueblo arengó a sus habitantes, y es digna del mayor encomio la conducta de los vecinos, pues al momento salieron a participar del peligro de sus paisanos más de doscientos hombres. El pueblo de Yébenes tenía ya bien acreditada su fidelidad al trono de Isabel II, pero con la prueba de decisión que dieron este día han consumado su promesa de morir defendiendo a nuestra angélica Reina y las libertades patrias.
Revista española, La (Madrid). 20/10/1834, página 2
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