CUANDO MUERE EL SOL (AÑO DE 1.934)



Sentado sobre un risco de la brava sierra, la mano en la mejilla, los ojos fijos en el astro rey,que ya declina, la imaginación volando por los campos floridos de la quimera. Tengo a mi derecha mano el robusto cilindro de un molino blanco de cal, enseñando por lo alto las carcomidas maderas de su cimera desmantelada. Diríase que, como yo, contempla con añoranza el melancólico poniente por donde tantos días vio esconderse al sol, ...más

No hay comentarios: